El Silencio de las Palabras, de Jean Kwok

Hace unas semanas cuando terminé de leer El Invierno del Mundo de Ken Follet, me vino esa sensación que muchos habréis sentido con éste u otros libros. La mítica pregunta ¿qué me leo ahora con lo mucho que me ha gustado este último libro? (Para los que no hayáis leído lo último de Ken Follet os recomiendo esta reseña del blog Cuéntate la Vida). Y por azar, más que por elección propia, comencé la primera novela de Jean Kwok, El Silencio de las Palabras. Me gustó desde la primera hasta la última página.

El Silencio de las Palabras (Girl in Translation en inglés, un título mucho más acertado) cuenta la historia de una niña de 11 años, Kimberly, que deja su Hong Kong natal junto a su madre para emprender una nueva vida en Nueva York en la década de los 70. A la merced de su tía, quien les ofrece para subsistir un mísero trabajo y un pésimo hogar, Kimberly debe hacer frente a los numerosos obstáculos que se le presentan, especialmente en lo que al idioma se refiere, pues apenas sabe unas palabras de inglés.

Las burlas de sus compañeros de colegio, las jornadas interminables de estudio y trabajo, el frío inhumano en un apartamento sin calefacción… Kimberly afronta todos estos desafíos con una capacidad de sacrificio extraordinaria, que la lleva a conseguir en la vida éxitos que nunca jamás hubiera imaginado cuando avistó por primera vez maravillada los siete picos de la antorcha de la Estatua de la Libertad.

Aunque no se aclara en el prólogo o en el epílogo del libro, desde los primeros capítulos tuve la sensación de que El Silencio de las Palabras es una novela autobiográfica, porque transmite con una sensibilidad y una credibilidad inmejorable los pensamientos, sentimientos y miedos de una niña que se convierte en mujer al mismo ritmo con el que se adapta a un país con una cultura completamente diferente a la suya.

He investigado un poco y, al parecer, la autora del libro, Jean Kwok, vivió una experiencia similar a la de Kimberly, emigrando también de Hong Kong a Nueva York cuando era pequeña. Quizás por eso este libro tiene un punto especial y te engancha tanto. Porque, al igual que le pudo ocurrir a su autora, es posible lograr lo que uno se propone manteniendo los principios y valores que te han sido inculcados, sean cuales sean los retos que se te presenten.

6 comentarios en «El Silencio de las Palabras, de Jean Kwok»

  1. Muchas gracias Iñés por tu reseña, casualmente lo leì hace mas o menos un año, y ciertamente tiene una lectura que te engancha, no cabe duda, que mucha genta por desgracia en aquella época, se verá reflejada en él. hasta pronto.

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  2. No conocía ni el libro ni la autora, pero con esta reseña tan fantástica me has picado la curiosidad y me han entrado ganas de leer la novela, espero hacerle un hueco y disfrutarla tanto como tú. Muchos besos.

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