Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa

En cualquier momento de la Historia, en cualquier país o bajo cualquier régimen político, la educación ha sido monopolizada y pisoteada a sabiendas del poder que supone instruir a las personas en valores, conocimiento e igualdad. En la Historia de España en concreto, en ningún momento fue la educación tan decisiva para cambiar el destino del país como en la Segunda República (1931-1936). Bajo este régimen, la educación tuvo por unos pocos años (1931-1933) un papel neutro en lo político, pero fundamental en lo social, como instrumento para convertir una sociedad rural y atrasada en otra en la que pudieran vislumbrarse signos de progreso.

Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa resume los recuerdos de una profesora que en esos años vagó por distintos pueblos de la provincia de León e incluso por Guinea (de aquella colonia española) alzando los valores de igualdad y libertad de enseñanza que preconizaban los ideadores, que no los hacedores, de la Segunda República. Un libro que rinde homenaje a esta profesión tan denostada hoy en día, pues parece mentira que 80 años después aún haya manifestaciones y huelgas por una educación justa y mejor. Realmente, en esto en España no hemos avanzado nada…

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Gabriela López es la maestra protagonista de esta novela. Procede de un pueblo de León y de una familia humilde, pero que le ha inculcado principios basados en la superación personal, en la libertad de pensamiento y en la necesidad de actuar siempre desde la palabra, no desde la violencia. En 1928, cuando se saca las oposiciones de maestra, es una mujer avanzada para su tiempo, lo que la lleva a preferir ser profesora en un lugar tan recóndito como Guinea, antes que ser solo maestra rural. A su vuelta a España un año después, con la amplitud de miras que siempre otorga el salir de tu país, Gabriela se casa con otro maestro, Ezequiel, y juntos se convierten en los docentes de un pueblo de la Comarca del Bierzo, primero, y después de otro en la cuenca minera de León.

En esos años tan convulsos previos a la Guerra Civil, Gabriela y Ezequiel intentan inculcar las bases del conocimiento a una población completamente atrasada, que vive en la miseria y en la que ni siquiera hay condiciones sanitarias dignas. Los primeros programas educativos de la Segunda República, con iniciativas como las Misiones Pedagógicas, les permiten cumplir con su vocación de maestros entregados, que realmente creen que su trabajo de cada día supondrá un antes y un después para la vida de sus alumnos. Sin embargo, a medida que la Segunda República se desmorona, también lo harán sus sueños y su libertad docente.

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Como podéis ver, este libro es una mirada al pasado de la que extraer muchas similitudes con la realidad actual. Es una novela narrada en primera persona, con mucha sensibilidad y concisa en los detalles costumbristas de la época. Sin hacer apología de ninguna creencia política o religiosa, Historia de una maestra retrata unos años en los que se pasó del optimismo exagerado a la moderación y en poco tiempo después, a la desesperación. Todo tan de golpe que no hubo casi tiempo de asimilarlo. En las memorias de Gabriela sobre esos días, sentimos estos cambios en su desconfianza ante los supuestos avances sociales o su temor fundado ante la certeza de que algo grave va a pasar pronto, aunque ella no quiera ni pensarlo.

Ismael de Cajón de Historias, considera que este libro es «un canto a la memoria, a la educación y a la dignidad». Y no puedo estar más de acuerdo. Historia de una maestra recuerda que la educación debe ser libre, nunca un arma con la que adoctrinar a los ciudadanos para fines políticos. No sé si yo llegaré a ver el día en que esto sea así, porque nunca ha sucedido, pero sí creo que existen hoy en día, como existieron en la Segunda República, docentes a los que se les debe respeto, admiración y mucha educación. 

16 comentarios en «Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa»

  1. No había leído todavía una reseña sobre este libro, de hecho me lo has dado a conocer tú. Me gusta lo que cuentas, así que me lo llevo conmigo
    Besos

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  2. Gracias por la mención!! 🙂 la novela me gustó mucho, ya sabes, y también las dos partes siguientes (de lectura independiente) que ayudan a comprender mejor la historia de este país de una manera muy didáctica y también comprender mejor el personaje de Gabriela, que es maravilloso (cada vez más maravilloso, en La fuerza del destino, la tercera parte, la profundidad psicológica de Gabriela es sublime). Me ha gustado mucho tu reseña, aunque en mi opinión, la frase que dice «esta profesión tan denostada» la matizaría, porque socialmente los maestros y maestras cuentan con apoyo y prestigio mayoritario de la sociedad, como merecen y como se ha visto en tantas manifestaciones de apoyo. Son los políticos y sus leyes los que maltratan la educación, por desgracia.
    Un besote y feliz finde!

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    1. Gracias a ti por descubrirme este libro! Veré si me leo las siguientes dos partes. Desde luego que el personaje de Gabriela es un gran personaje. Su manera de entender y darlo todo por su profesión es asombrosa, es lo que debe ser una maestra de verdad.
      Cuando me refería a profesión denostada, no era por la sociedad, sino por los políticos. No lo matizo, pero obviamente quienes se están cargando la educación en este país son ellos. Es un debate que no tiene fin y lo peor de todo es que pasan los años, llegan los informes PISA y seguimos siendo una república bananera… En fin. Que esto da para un café largo cuando nos veamos.
      Un beso!

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  3. No me lo voy a perder, es uno de los libros que tengo seleccionados para el 2012, no obstante, hace unos años leí algo de ella. y se su historia mas o menos, porque nació en León y estuvo vinculada a un grupo literario de su época que formaron la revista «Espadaña».

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