En los zapatos de Valeria, de Elísabet Benavent

Creo que es la primera vez que leo (o mejor dicho, logro acabar) un libro del género chick lit. Pero reconozco que hay veces en las que libros así de frescos, dinámicos y divertidos logran entretenerte mucho más de lo que pensabas y hacerte pasar buenos ratos de lectura. Por recomendación de mi amiga Goizeder de Cuéntate la vida, En los zapatos de Valeria me ha servido para desafiar a este crisis literaria que lleva conmigo unas cuantas semanas y que me está haciendo leer mucho menos que antes. ¡Menos mal que es por un buen motivo!

Cuando comienza esta historia, Valeria tiene, aparentemente, un marido al que adora, la ilusión de disfrutar de un reciente éxito profesional y tres amigas cuyo apoyo es incondicional. Sin embargo, y aunque le cueste muchísimo reconocerlo, su matrimonio atraviesa una crisis abismal y su inspiración como escritora ha desaparecido. Por suerte, sus amigas, Carmen, Lola y Nerea están ahí para ayudarla a salir de este bache, aunque ellas mismas no estén en una mejor situación que Valeria. El destino o la suerte hacen que Valeria conozca a Víctor en una noche de fiesta y que a partir de ahí su mundo se desmorone por completo y su vida acabe dando un giro de 180 grados.

Como veis, la trama no es nada profunda, sino más bien previsible, y los personajes parecen una versión española de Sexo en Nueva York, ya que justo son 4 amigas, cercanas a la treintena, hablando de hombres todo el día y cumpliendo cada una un estereotipo concreto. Pero como esto es un libro chick lit y no una novela del Siglo de Oro, funciona perfectamente. Y, al igual que en Sexo en Nueva York, están aseguradas las risas, los problemas de primer mundo de índole femenino y el homenaje a banalidades de la vida tan trascendentales como rescatar del armario una camiseta que te encanta y hace mucho que no te pones.

Desde luego, es un libro solo para chicas. Dudo que un hombre pudiera leerlo y entenderlo. Y como la idiosincracia de nosotras, las chicas, es infinita, esta historia forma parte de una tetralogía, así que cuando lo acabas sabes que aún queda Valeria, Lola, Nerea y Carmen para rato. Y ¡menos mal! Porque como un buen capítulo de Sexo en Nueva York, 30 minutos o, en este caso, 480 páginas dan para poco.

En resumen, no será mi mejor lectura del año, no será un libro que recuerde, no será un libro que recomiende sin pensar. Pero sí es una lectura divertida, sí es una saga de la que voy a seguir leyendo (y más bien pronto) y sí es un libro que recomendaré cuando alguna amiga me diga que necesita leer algo que la aísle de la vida real y la ayude a desconectar.

Porque a todas nos divierte un poco ponernos en los zapatos de Valeria de vez en cuando ;).