Me esperaba mucho más de este libro. De hecho, desde las primeras páginas supe que no me iba a encantar, como mucho entretener. Y tras leerme sus más de novecientas páginas así ha sido. Dispara, yo ya estoy muerto es una buena idea como novela ,pero llevada a la práctica no resulta. Me ha parecido un libro demasiado ambicioso para albergar toda la cantidad de hechos históricos que cuenta y ser a la vez una novela y no una enciclopedia. Porque esos hechos son nada más y nada menos que el conflicto entre judíos y árabes por Palestina, un asunto tan complicado que este libro expone pero para un forzado final.