Memento Mori, de César Pérez Gellida

Sinceramente, no sé qué puede aportar de nuevo mi reseña tras haber leído tantas y tan buenas de los libros de César Pérez Gellida. Memento Mori, como muchos sabéis, es la primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne. Novela negra en estado puro, pero a la española, como debe ser. En este caso, mis expectativas estaban altas, pero se han cumplido. Como dije hace poco en un tuit, yo también me rindo ante la maestría de este escritor vallisoletano, que ha logrado que después de mucho tiempo disfrute de verdad con este género.

No voy a hablar de la sinopsis del libro. La podéis consultar aquí, quienes no sepáis aún nada de esta historia. Prefiero centrarme en lo que más me ha gustado de esta novela, que han sido MUCHAS cosas. Entre ellas, que es la primera vez que encuentro en un libro el punto de vista del asesino, siendo un protagonista más de la novela, con sus capítulos, su narrador omnisciente, su evolución, las referencias a su pasado… etc. Esto crea en el lector tal interés que hay momentos que hasta sientes empatía por alguien capaz de asesinar con tal dureza.

En segundo lugar, el ritmo es completamente constante en toda la novela. No hay altibajos, ni tampoco es un libro cuya trama sea plana. Simplemente, es que está en el punto álgido desde el inicio hasta el fin. Yo no sé cómo lo ha hecho este escritor, pero os aseguro que cada capítulo que leía pensaba que iba a bajar el interés o entrar un momento tranquilo… Qué va. Es que todo el libro está niquelado. No sobra nada y no le añadiría nada.

Y como he leído en algunos otros blogs, los diálogos son geniales. Directos, sin grandes adornos, lenguaje de la calle. Eso hace muy humanos a sus personajes, muy normales. El inspector protagonista no es un Poirot de la vida, es una persona normal, con sus temores, sus fallos, su instinto más inspirado unos días que otros… En fin, que no me creo o no quiero creer que una historia así pueda suceder en una ciudad como Valladolid, pero sí me creo que de suceder, podría ser así, tal y como pasa en Memento Mori.

La única pega que le encuentro es que a mitad del libro ya adiviné la doble identidad de un personaje… Demasiados libros de Agatha Christie leídos hacen que más que alegrarme porque me pase esto, me chafen un poquito los desenlaces. Y mira que en este caso el final es como cuando en un concierto tu cantante favorito toca sus mejores éxitos al final y te vienes arriba. 

Esta trilogía continúa con Dies Iriae y Consummatum est. Todas las reseñas que he leído dicen que esto va a mejor… Así que ¡mucho queda por disfrutar!